Si la vida nos sorprende
con algún tema indiscreto,
no perdamos el respeto,
hay que ver si se comprende.
Primero, de donde viene,
si de la persona o el cuento,
o tan solo es complemento,
de la importancia que tiene.
Tendríamos que aclarar,
su entera repercusión,
despacito, sin pasión,
para después opinar.
Muchas veces, ofendemos,
sin causa y sin motivo,
por creerlo represivo
y la verdad no la vemos.
Y otras, lo mucho es nada,
una vez bien estudiado,
porque te has equivocado,
e induce a una carcajada.
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