Te refugias en el llanto
si las penas se amontonan
y te deterioras tanto
que las lágrimas te ahogan.
Sufrir es regla del mundo,
como lo es la añoranza,
(de la que tanto yo abundo)
y el clamor de la esperanza.
Amor, hermoso tesoro
que endulza el corazón
y evaluamos mas que el oro,
sin duda, una bendición.
Todo es contributivo
a nuestro andar, nuestro sino,
simplemente es el motivo
de un reglamento divino.
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