Hoy, estoy atribulada,
ni yo misma, me aclaro
casi como enajenada,
ni me acelero, ni paro.
Estoy donde quiero estar
y, tampoco, estoy a gusto,
¿qué haría para aceptar
este inédito disgusto?
La verdad, es que me muevo
a impulsos desordenados,
como ni quiero, ni debo,
con los pies caso arrastraos.
Hay días mas duros que otros
y, a veces, ni te das cuenta,
como si estuvieran rotos
los caminos y la cuesta.
No creo que pueda volver
sin la silla de ruedas,
es muy fácil de entrever,
así, seguro que puedas.
Mañana, será ogro día,
quizá mucho mas estable,
así lo preferiría,
seguro que será afable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario