La Navidad nos acerca
a un sinfín de condiciones,
de devoción y de juerga,
respecto a ilusiones.
Unidos en un ambiente
de tenernos abrazados
todo natural, corriente,
con grandes deseos de amarnos.
La familia, las distancias,
oscurece sensaciones,
se aplazan por circunstancias
de algunas generaciones.
La paz, siempre es necesaria
y, ahora, se da el caso
de que es protocolaria,
para llenar mas el vaso.
Seamos, todos, acordes
con lo que se avecina
y seguiremos conformes
con lo que se imagina.
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