Esperar me desespera,
pues suelen ser muchas veces,
hay gente que no se entera
y se retrasa, con creces.
Si el motivo lo quiere.
se entiende y se disculpa,
sería lo que se defiere
y nadie tendrá la culpa.
Si no fuera tan nerviosa,
procuraría no dañarme
y sentirme bondadosa,
tengo que reglamentarme
Me cuesta portarme así,
lo intenté a menudo
y aunque he creído que sí,
no ha quedado renovado.
Cada año, mas o menos,
me he sentido emperadora
de todos aquellos fueros,
que, simplemente, me afloran.
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