El frío, hiela mis manos,
incluso hasta mis sentidos,
los inviernos son arcanos,
que rigen a los vividos.
Te cuesta, incluso, arreglarte
y salir, luego, a la calle,
es cuestión de acostumbrarte
y olvidar ese detalle.
No quiero empecinarme,
en dar favor a mi cuerpo
tengo que acostumbrarme
a dar alas a ese tiempo.
Me hallo empequeñecida,
sigo en rumbo decreciente,
por eso estoy compjungida,
pues acuso hasta mi mente.
Cuando voy a acostumbrarme
de que el pasado se entierra,
es falso, quiero ayudarme,
pero es según se mira.
Simplemente, es intuitivo
del alma no de la mente,
ese será el motivo,
para tenerlo presente.
Me duele ser tan ingrata
en ciertas revelaciones,
la felicidad se ata,
tan solo en conclusiones.