' Me siento tan sola siempre
y, hoy, mi hija me dará
el consuelo que depende
de su amor, de su bondad.
Aunque no tenga la suerte
de vivir bajo su techo
que es, para mí, mi muerte,
es así y así está hecho.
Deseo tenerla a mi lado,
que es la surte de mi vida,
mi interior, vive alocado,
con psicosis incluida.
La respiro, sin estar
y la veo, sin mirarla,
es una forma de amar,
la única, a la larga,
Es perfecta y amorosa,
la que veda a las demás,
me huele como la rosa,
¿qué podría pedir más?
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