Fue de la tierra un cielo,
educada, cariñosa,
un verdadero consuelo.
en plural, fue deliciosa.
Pero, tuvo mala suerte
con su novio, su marido
por eso, se hizo fuerte,
para soportar su nido.
En palabas de costumbre,
porque le gente creyó
que era eso, no una lumbre,
como bien lo supe yo.
Siempre lo disimuló,
para sus hijos, la gente,
pero, en verdad, vivió
con gran sudor en su frente.
Mártir de la integridad,
no hubo otra como ella,
era la pura verdad
de una endeble, que sufriera.
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