Me obstino con ciertas cosas,
que marean mi cerebro,
para mi, son desastrosas
porque el sentir no lo enebro.
La paciencia me retiene,
con esfuerzo redomado,
no olvidemos que deviene
de un calendario ajustado.
Por infinitas cuestiones
muy propias de las longevas,
especiales en versiones
no insistas donde no debas.
Todo lo quisiera hacer,
cuando, en el fondo, no puedo,
insisto y no puede ser,
se muy bien que a poco llego.
Por qué no multiplicarme
en diferentes facetas?
antes, sabía acoplarme,
ahora, ni las tengo hechas.