Abro los ojos y veo
el cielo encarañublado,
un aire que no deseo
un ejemplo de nublado.
No me asusto, me levanto,
alegre, dicharachera,
todo tiene su encanto
y yo seré la primera.
No torcerán mis deseos,
empezaré lo pensado
convirtiéndolos en reos,
de mi anhelo, madurado.
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