Lo que la vida nos diera
de alegría y de contento,
tanto que si lo midiera,
no podría elevarlo el viento.
La suerte me la acercó
y después de disfrutarlo,
en breve se disolvió
ese quererlo y amarlo.
Lo poco, es mucho a la par,
tan selecto y agradable,
que no pude estrujarlo más,
¡era, del todo, entrañable¡
Por eso, miro hacia atrás,
porque mejor no lo tuve,
no existió nada al compás
a pesar de lo que anduve.
Era único en su estilo,
encadenado al amor.
que me tuvo el alma en vilo,
no hubo otro superior..
Ese poco, fue tan grande.
de tanta satisfacción,
que me dejó un gran lastre.
una enorme devoción.
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