No estoy donde debo estar,
sin sentirme disgustada,
es una alegría cambiar
si estás bien agasajada.
A mis años, me engalanan
de piropos, de atenciones
y, yo creo, que bien se pasan,
se apoyan en reflexiones.
Todo da cierta sapiencia
y de ella, debo estar
repleta de de conveniencias.
que no se pueden pagar.
Nunca hubiese imaginado
que esta vida me diera
este hermoso y buen estado,
que no me lo mereciera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario