de caricias, de bonanza
nada es agrio, ni fatal,
solo rige la esperanza.
Los días se pasan volando,
estimando lo que quiero,
con mis aceres contando
mis incipientes deberes.
Que, aunque pocos, son bastantes,
parra resolverlos sola,
pues suelen ser muy constantes,
para quedar en la cola.
Pero, todavía, soy algo
y debo ser mucho más
y, con interés, me valgo
para unirme a los demás.
Pero, mi estado me ayuda
a lograr lo que ya sé,
sin plantearme la duda
la importancia de la fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario