¿Se puede amar, con fuerza o detestar,
en ambiente cercano, de intimidad?
Sugiero que se pueda, en realidad,
solo en un instante, nunca a la par.
Sentimientos contrarios en el azar
de nuestra propia vida, de ambigüedad.
Uno detrás de otro, casualidad,
que confunde la mente, en su albergar.
Cuando se ama, se entrega el corazón,
abierto, por sus merecimientos,
con una extraordinaria sensación.
Y, al detestarlos, en sus momentos,
se retira ese amor, esa pasión,
porque han denigrado los cimientos.
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