Ayer, mañana.

Sabemos del ayer, no del mañana.
Guardamos nuestras cuitas, ¿para qué?,
si, en los vagos estancos, se entrevé
la vislumbrante relación, arcana.

De la vida anterior, tan solo, emana,
la oposición de hoy a la que fue,
y, en el futuro, tan solo, se prevé,
una regla progresista,  humana.

El entorno, el hacer, la educación,
daban lugar a estilos diferentes,
anclados en otra evolución.

No hay similitud, en ambos frentes,
a lo prohibido, se le da otra opción,
que influye en, las débiles mentes.
 

Amor platónico.

Te quise, cuando era niña,
y te olvidé, de  mayor.
Tan solo, fue una riña,
entre cariño y amor.
Aquello, fue tan sublime,
íntimo y superior,
que, de lo normal, dirime,
quizás, también, por dolor.
El sentimiento, si queda,
la distancia lo anuló,
como castigo a la veda,
 a algo, que, solo, empezó.

Pasión.

Cuando el amor se enciende,
se enerva la pasión,
y la mente no entiende,
tan extraña emoción,
que domina el sentido,
y no atiende a razón.
Es un punto y seguido,
de continua emoción.
Se desea, con hahinco,
sumergirse en lo mismo,
aumentando ese brinco,
de alegría y de...abismo.
Es elixir, abierto,
hacia un mundo, soñado,
normalmente, encubierto,
por la amada y amado.

Día de mi Santo.

Hoy, me siento feliz, llena de vida.
En San Juan, he sido homenajeada,
con presentes y amores, halagada,
sobre todo, he sido sorprendida,
con la vela, mas bella, encendida,
alumbrando a mi bisnieta, amada,
Inés, por distancia, alejada,
a la que besé, absorta, emocionada.
Fue un placer, tan dulce, tan intenso,
a nada, en este mundo, comparable
¡Es un bebé, hermoso, indefenso!
que esperé, con orgullo insaciable,
y que aumentó mi, cerrado, censo,
esfera de glamour, incomparable.

Juventud.

Somos parte de nuestras elecciones,
en el tiempo, ideal, de juventud,
con falta de experiencia y selectud,
para solucionar las situaciones.

En el campo de dudas, convicciones,
se movía nuestra mental salud;
de ideas, de preguntas, un alud,
que motivaban equivocaciones.

Nos dejamos llevar, por nimiedades,
que ilusionaban nuestro, débil, ego,
ignorando, si falsas, o verdades.

En ocasiones, con desasosiego,
que revirtieron en penalidades,
fruto del despertar de un ciego.

Primavera.

Hoy, me cubre del sol, una morera.
A su sombra, me extasío, contemplando,
diversidad de flores, explayando,
la fragancia, especial, de primavera.

Del reflejo, del sol, ya, prolifera
un cúmulo de rayos, que van dando,
diversos coloridos, ambientando,
esplendor en mi alma y en mi esfera.

De seres muy queridos, rodeada,
me siento alegre, llena de ilusiones,
como antes estuve, engalanada.

Todo esta calidad de situaciones,
con orgullo, debe ser encajada,
en un mundo, ideal, de sensaciones.

Agrdecimiento.

Cuando, el amor, llame a tu puerta,
no divagues, está "ojo avizor",
hacia ese sentimiento, superior,
y, por tu mayor bien, déjala abierta.

Sería una decisión, cierta,
un don, extraordinario, interior,
entre todos los premios, el mejor.
¡Abre tu corazón, hacia esa oferta!

Serás, la mas feliz de los mortales.
Valorarás, en extremo, la vida,
y sabrás compensar, hasta, los males.

Toda tu aspiración, será cumplida,
manteniendo tus sentidos, cabales,
para sentirte, siempre, agradecida.

Talismán.

Buscamos, del amor, el talismán,
el mas preciado don, de la existencia,
sin implorar, por pura incidencia,
y a innumerable seres, se lo dan.

Los agraciados, felices, donde van,
saborean una gran complacencia,
elixir, interior, de la potencia,
que multiplica la pasión del "Adán".

A nosotras, nuestro fuero interior,
lo enardece, lo llena de ilusiones,
de alegría, de encanto, de fervor.

Nos incita a las compensaciones,
en perfecta simbiosis, de ese amor.
¡Lucharemos por él, sin persuasiones!

A mi edad....

Quiero vivir mi vida, no anulada,
porque me rebosa el sentimiento,
y, apoyada en mi conociniento,
me siento, todavía, preparada,

para colaborar en mi embajada,
de vida placentera, y con aliento,
albergando ilusiones, que siento,
en un campo feliz, y relajada.

No hay mas vida interior, que nos mantenga,
que el sueño de seguir avanzando,
en libertad, que nadie nos detenga.

Tenemos nuestra fe, vamos cruzando,
por la ruta, que queremos que tenga,
ese final, que estuvimos labrando.

Estos amores...¿Los hay?

Me gustaría saber, por qué suspiras,
si lo recojo yo, en la distancia,
con el típico olor de tu fragancia,
o estando junto a mi, cuando me miras.

Oigo tu respirar, mientras respiras.
Mi corazón, por cualquier circunstancia,
responde a tu sentir, con la prestancia,
de un alma que te busca, si deliras.

Mi grado de pasión, es tan intenso,
que vivo, solamente, para amarte,
y mi vida interior, está en suspenso,

de cualquier reacción, para ayudarte,
si es que tu corazón está propenso,
a desbordar su amor, para adorarte.

Albuñol. (Granada)

¡Muchos años sin verte, pueblo amado!
Donde me vio nacer tu sol ardiente,
y donde aprendí a ser consciente,
del anclaje,especial, que me habías dado.

Mi niñez, la extraigo del pasado,
en un nido de amor, que está presente,
con la entrega, amable, de la gente,
alegre y entrañable, que me ha amado.

Me arroparon, en una buena cuna,
rodeada de almendros y belleza,
y me mimaron, como a ninguna.

Mi emblema: el orgullo y la nobleza,
envuelta en el reflejo de la luna,
con un rayo de paz y gentileza.

Alegría.

El placer de la vida, es la alegría,
que inunda nuestra alma de ilusiones,
en el campo, ordinario, de atenciones,
progresivas, de un día, a otro día.

Que repercute, en nuestra, propia, guía,
hacia un mundo, ideal,  de sensaciones,
que son, las que programan emociones,
con ejemplaridad, como debía.

Sonríe, cuando el amor te siga,
y tu, para todos, lo almacenas,
y si tu bienestar, solo, persiga,

eliminar sinsabores y penas,
para que, nuestra ruta, te bendiga,
y te inyecte sonrisas, en tus venas.

"Cupido"

La fuerza del amor, es poderosa
Se basa en un principio, casual,
que, acostumbradamente, es colosal,
al que llamamos de color de rosa.

Porque la vida, de pasión, rebosa
y la ilusión es dulce e ideal,
de origen y trato sentimental,
envuelta en un nube, vaporosa.

Sentirlo, también, es privativo,
de la flecha, llamada, de "Cupido",
de un, inmenso, poder afectivo.

Que nubla, en nuestro iris, el sentido,
por cierto tiempo, o definitivo,
en un tono ferviente y encendido.

Transición.

Cuando la vida nos reta,
a elegir mutaciones,
¿qué hacer, que será mejor?
cuesta tomar decisiones,
en la planteación, concreta.
Depende tu decisión,
de un cúmulo de factores,
que hay, a tiempo, barajar,
con buena motivación,
para orillar detractores.
En principio, se evalúa,
si el convenio es positivo,
que sea digno y cabal,
entre lo comparativo
y te ayude a realizar.
Se impone ecuanimidad,
y, en el tramitar, respeto,
hacia la negociación,
que antepone lealtad,
hacia ese final, concreto.
Su base, es prosperidad,
en el cambio operativo,
y clave, a considerar,
en el terreno afectivo,
para, con causa, aceptar.

Emociones.

Enervan las emociones,
de manera negativa,
en cuanto a las sensaciones,
en calidad opresiva.
Pueden obstaculizar,
la actividad coronaria,
incluso, perjudicar,
nuestra vida rutinaria.
Es un sentimiento, tal,
que envuelve al corazón,
para bien, o, para mal,
con la mente y la razón.
Sentimientos encontrados,
que deterioran la calma,
sumamente, acelerados,
para el soporte del alma.
Palabra indefinible,
que viene a colación
sea, o no, extrasensible,
bien merece una ovación.

Todo alentador.

Cuando el sol llama a mi puerta,
asomando sus reflejos,
suavemente, me despierta,
el brillo de sus espejos.
Así, empieza mi mañana,
agradeciendo a la vida,
estar alegre y galana,
por la dicha conseguida.
Signo de amor, en secreto,
sin alardes de grandeza,
e inmensurable respeto.
Todo, es brillo, en mi retina:
las flores, su colorido
y el olfato, que combina,
con su perfume, encendido.
El mar, en su lejanía,
ante el manto, colosal,
de su extensa anatomía,
fenómeno natural.
Y el horizonte, lejano,
cubre todos mis anhelos,
guardados en el arcano,
de mis ansias y desvelos,
Ese ambiente, lo bendigo,
porque mece mis sentidos
y, en su ambigüedad, consigo,
esos lujos, perseguidos,
relativos al ambiente,
lleno de paz, de ventura,
que subyuga al subconsciente,
de extraordinaria hermosura.

Me diste mas que te di.

Te ofrecí lo que tenía:
mi fe y mi confianza,
esa ilusión, contenida,
de entrega y añoranza,
que, en mi corazón, latía.

Esperaba  comprensión,
a mi sistema de vida,
a todas mis andaduras,
con, extrema, convicción,
de que sería comprendida.

Y así fue, evidentemente.
Acudiste, a mi llamada,
con rigor y simpatía,
y me entreabriste tu mente,
tanto como yo quería.

Y llegó lo inesperado,
me diste mas que te di,
con honor y gallardía.
Lo que, siempre, he recordado
y, entonces, no te pedí.

Fuiste un ser maravilloso,
que me amó, hasta el infinito,
el que me enseñó a querer,
con un toque fervoroso,
extraordinario, exquisito.

Fallos.

Mis fallos, determinados,
dan lugar a mi tristeza;
quiero poder, y no puedo,
todos van encaminados,
a aminorar mi destreza.
Esa, cruda, realidad,
es, del tiempo, consecuencia,
que, sin quererlo, se da,
por, cierta, debilidad,
en el estudio y la ciencia.
Los miembros, entumecidos,
son fruto del deterioro,
de un compendio de factores,
normalmente, reducidos,
por esa fuerza, que añoro.
Se estriñen los resultados,
de las labores, la mente,
totalmente, naturales,
que iban encaminados,
a lo que era el presente.

Ruta equivocada.

Siempre, seré, yo, quien soy,
y tú, lo que fuiste y eres.
Se, muy bien, a donde voy
y tú, ni sabes, ni crees,
en las dotes recibidas.
Para ti, lo mucho, es poco;
en venturas conseguidas,
dilapidas, como un loco.
No confías, ni, en ti mismo,
disfrazas la realidad,
lo que no sea egoísmo,
no está en tu mentalidad.
Cambia tu ritmo de vida,
piensa, un poco, en los demás,
y deja, ya, suspendida,
la andanza, por donde vas.  

Estar y no estar.

Cuando estoy lejos, te añoro
y, cuando río, te tengo.
¿Será, quizás, que te adoro,
aunque, siempre, voy y vengo?
Ese transbordo, diario,
de estar cerca, o alejada,
tiene un sabor arbitrario,
que me mantiene aferrada,
a ese hacer, a esa costumbre,
que, normalmente, rechazo,
por su bien, o pesadumbre,
aunque, sin querer, abrazo.
Ese continuo sufrir,
y esa constante alegría,
adornan mi subsistir,
quizás, como yo quería.
Hay que admitir circunstancias,
estables, o inesperadas,
con sus, propias, relevancias,
que deben ser aceptadas.