sábado, 1 de septiembre de 2018

Costumbres..

Siento renacer en mí
costumbres muy olvidadas
que en otro tiempo viví,
pero quizás transformadas.
Las acoplo a las de hoy
y una mezcla me resulta,
adecuada a lo que soy
y que mucho más me gusta.
Remuevo, con gusto, acciones
algo más equitativas
que se asientan en valores
simplemente relativas.
Me rodeo de una etapa
ni antigua, ni moderna
y me construyo mi mapa
que para mi edad alterna.
Parece que así no añoro
las andanzas del ayer,
no me alteran  ni las lloro,
es otro modo de ver.


Secuelas.

Las secuelas no se curan,
simplemente, se sumergen
en el alma y procuran
que a la mente  no se acerquen.
Pero realmente es incierto,
tan solo, están guardadas
en un estanco perfecto,
sumamente apretadas.
Es un problema llegar,
pero se llega  con creces
difíciles de guardar
porque son grandes reveses.
Solamente es la mente 
la que puede eliminarlas
y ha de ser fuerte, muy fuerte
para lograr olvdarlas.
Aún así, la impotencia
deja escapar alguna,
pero llega la presencia
y recobras tu infortuna.

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