lunes, 28 de septiembre de 2020

Correcto.

 Para el desagradable,
nuestro honor no nos permite
ni siquiera despreciarle
y menos, con un incite.
Hablarle como sabemos,
sin herir su confianza,
simplemente, deberemos
acercar esa distancia.
El orgullo, reprimirlo
par no desconcertarle
y, por tanto, admitirlo,
sin signos para afectarle.
mostrándole nuestro afecto,
aunque fuese figurado
para lograr otro aspecto,
que sería mas aceptado,
sin marcar nuestra distancia
que le hará  reflexionar,
disuadir su ignorancia,
no hace falta ni hablar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario