Una vez, hubo una niña,
que nació entre algodones,
aunque mucho no me ciña,
no vivió entre fogones.
Al contrario, adecuada
al mejor sabor de vida,
sobre todo, muy amada
y siempre bien protegida.
Creció entre bastidores
y, al llegar la mocedad,
recolectaba amores,
por su gracia y bondad.
Ignoraba la maldad,
no sabía ni que existía,
siendo pura, de verdad,
sabemos como vivía.
en una excesiva altura
de aliciente y de piedad,
cultivada en donosura,
con un tropel de amistad.
Ya no fue la que antes era,
de niña a mujer cambió,
otro estatus y otra esfera,
yo no sé a que se debió.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario