y penas ya caducadas
aunque ganaron la palma,
está, hoy, muy oxidadas.
Lo malo es que no se extinguen
y, de vez en cuando, salen,
como veo que aún persisten,
las encerraré, no valen
Hay que seguir adelante,
aún me queda algún contento
no despreciaré un instante,
?para que vivir muriendo?
Si la vida hay que vivirla,
vívela, no cabe duda,
tan solo con sonreirla,
recibiría su ayuda.
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