Otra vez, estoy en casa,
con ánimos ejemplares,
como en estos casos pasa,
cuando vuelves a tus lares.
Fui feliz, en abundancia,
en un hotel exquisito,
rodeado fragancia
y de cariño infinito.
el de mi única hija,
que ha sabido alimentarme
de ese amor, sin que se exija,
con gracia, para cuidarme.
A mi edad, solo acontece
molestias, sin una ayuda,,
lo único que se ofrece:
es amar,,,, no cabe duda,
No hay comentarios:
Publicar un comentario