Cuando los veo, me enternezco,
están los dos tan hermosos,
que a Dios le agradezco
por tenerlos tan lustrosos,
Poco hago por vosotros,
de vez en cuando, una ayuda,
que ilumina vuestros rostros
mucho mas de lo que escuda.
Mi voluntad es enorme
y el óbolo, pequeño,
en realidad, es conforme
con mi arca y mi empeño.
Soy abuela y bisabuela
de niños muy bien cuidados
y mi esperanza vuela
hacia loa necesitaos.
Todos merecen lo mismo,
en su sitio y en su mesa,
lo demás es altruismo,
que, para algunos, ya pesa.
Pienso en un mundo distinto,
que, aún. está por llegar,
es mi verdadero instinto,
y mis deseos de empatar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario