martes, 10 de agosto de 2021

Negativismo.

 Encarañublado el cielo
y encarañublada yo,
algo hay que ya me huelo
a cerrar, lo que se abrió.
Tantos gajes, tanta dicha
que, en tiempos, ya disfruté,
ahora se cambió en risa,
sardónica, que encontré.
Lo que tuve, no lo tengo,
porque me lo han vedado,
ni siquiera me entretengo
con el suspiro, amargado.
Parece que, en la vejez,
no solo ganas en años
al contrario, esta vez,
se acumularon los daños.
Pierdo hasta las ayudas,
las que tanto necesito
y ahí están las dudas
y mi cariño bendito.
La caridad, te la niegan,
solo porque ya no puedas
llegar hasta donde llegan,
de esta manera, me ciegan.

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