Hoy, me muevo en la nostalgia,
recordando aquella tarde,
que como si fuera magia
tan solo se habló de arte.
Estuvimos dialogando
de motivos importantes,
que nos fueron alegrando.
hermosos y delirantes.
Sin conocernos apenas,
por su gracia y elegancia
y extravagancias ajenas,
de insultos y de vagancia,
nos reímos a mansalva,
escuchando sus resabios
dichos con su sucia labia,
exonerando a los sabios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario