Valores.

Los principios en la vida
son valores secundarios,
lo mejor es la acogida
en nuestros ciclos diarios.
Imperan los resultados
al final, equitativos,
que restan los desanclados
para hallar los positivos.
De los que soy partidaria
y abogada de lo mismo,
como una lucha diaria
que se acerca al optimismo.
Todo está relacionado
con la ciencia y la conciencia
y justamente amasado
para ampliar la docencia.
Casi siempre, he tropezado
con personas bondadosas,
nadie nos ha molestado
para sentirnos jocosas.
El contento está unido
a un bienestar ordenado
que, tal vez, esté seguido
para ahuyentar el pecado.
Siempre pongo la cabeza
en un lugar prominente
y así tengo la certeza
de ser algo consecuente.