Lo que los padres lograron
en toda nuestra niñez,
con ahínco lo insertaron,
con amor y sin doblez.
Eres lo que te enseñaron
y eso siempre durará,
porque mucho lo labraron
y hasta el fín nos quedará.
La piedad, la cortesía,
el cariño a los demás,
el pudor, la valentía,
no lo olvidarás jamás.
Como con hierro candente
y enorme capacidad,
lo grabaron en tu mente,
con gran generosidad.
Este recuerdo, es objeto
de esmerada gratitud,
siempre lo guardé en secreto
y hoy venero esa virtud.
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