Solo tu imagen ensalza
tu interior, tu donosura,
un privilegio que alcanza
el poder del alma pura.
Me sorprendió tu talante,
tu encanto, educación
y tu aspecto relevante,
digno de una relación,
Has despertado en mí,
por tu sencilla actitud
desde el día que te vi,
mi añorada juventud.
Te deseo felicidad,
la misma que te mereces
y una buena amistad,
que te la ofrezco, con creces.
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