Centenaria.

Ni me voy, ni quiero irme, //he vivir, aún mas años,/ para ver como sentirme,/ con tantísimos escaños./ /Vivo bien, no cabe duda/ y deseo ser centenaria,/ ¿sería entonces, mas aguda o, quizás, mas sedentaria? /Siempre quise aventurar/ las ideas de mas calibre,/ para, después, evaluar/, entre todas, la más libre./ Toda la vida, he pensado/ llegar hasta la holgura/y esta tesis ha logrado,/ una bella tesitura:/ Ver crecer a mis bisnietos,/ como máxima alegría,/ serían mis sueños completos./ ¡Solo así el tiempo valdría!/

Muchos...

Sé de mí, demasiado /y poca cosa me sale,// se deberá mi pasado,/ que es tan largo, que no cabe./ Está repleto de qué?/, de vivencias, de amores/ y otras cosas que olvidé,/ sin recordar sus olores./ Pero vivo, ¡cuanto sé!,/ llena de naturaleza,/ que mas que nadie, gocé./ incrustando su belleza./ Me enamoré de la vida, /a la que tanto cuidé /y la vida, agradecida,/ me dio años, que conté:/ Noventa y seis, mas diez meses, /casi son noventa y siete,/ muchos años de reveses,/ que el virus dice, ¡ya... vete!

Constructiva.

Hay algo que me mantiene,
debe ser la confianza
y eso, quizás, me deviene
de la próxima alianza.
Mi paciencia se demora
y está, siempre, bajo aliento
del momento, de la hora,
del pesar o del contento.
No deseo martirizarme,
simplemente, es no dudar,
porque ella puede llevarme,
en teoría, a enfermar.
Soy vieja, no estoy enferma,
lo que pasa es que estoy anclada
a un nivel, que siempre merma.
y debo ser ayudada,
Mucha ayuda necesito,
en farmacia y en prsona,
la longevidad es un hito
que a muchas cosas condona.
Mas, espiritualmente
me encuentro muy positiva,
relajada, transparente,
algo, también, constructiva.

Desespero.

Tengo unos deseos enormes
de unirme con mi familia
y ellos no están conformes
y su queja me concilia.
Porque nos queremos mucho,
es larga y bien unida,
solo sus voces escucho
y es lo que me da la vida.
Espero sea inminente
esta reconciliación,
que me tiene impaciente
esta alegre transición.
Ninguno está en mi provincia
y no pueden acercarse,
espero nueva noticia,
para poder alegrarme.
Triste ha sido y es mi estado,
al borde de la a ansiedad,
que es mi único pecado;
¡aborrezco la crueldad!

Elitista.

Me muevo dentro de un pozo,
del que no sé si saldré´
aunque de la vida gozo
y vivir, ya es un por qué.
Una ayuda magistral,
que muchos más la quisieran,
por lo menos, ambiental
y de edad, como debiera.
La inseguridad, es la mía
y eso lo sé de antemano,
en lo demás, no confío,
pero eso es, ya, lejano.
Me siento cualificada
para vivir como vivo
y eso es una gozada,
poder estar en activo.
Hoy, he ido al peluquero,
con un pequeño esfuerzo,
el estilista que quiero,
y mucho mejor parezco.
Me hacía una falta enorme
y me sentía muy inquieta,
conmigo, muy disconforme,
ahora me veo, hasta coqueta.
Soy muy perfeccionista,
con los demás y conmigo,
como motivo elitista,
que, aún, a mi edad,consigo.

Colofón.

Si se razona, se vive,,
esto me dá ocasión
de saber que se concibe
una buena transición.
Siempre me quejo de algo
y, hoy, he de vanagloriar
de que todavía valgo
y eso es digno de alabar:
Que, a mi edad, tenga conciencia,
en estado prioritario,
que el valor de mi existencia,
sea un don  nonagenario.
Hay personas mas longevas
que tienen este favor,
y no soy yo, serán ellas
las que gocen de este honor.
De momento, me mantengo
feliz por esta cuestión,
gracias a Dios, que, aún, tengo
este hermoso colofón.

Incógnita.

Temo que me vaya a hundir
con el virus a mi lado,
sin estar dentro de mí,
el problema es el estado.
De mi riesgo, soy consciente
y de mi ansiedad, también,
mas, me hallo tan valiente,
como para estar en pié.
Pusilánime me siento
y un tanto desvalida,
esta fase la presiento:
grave, por desconocida.
¿Llegaré hasta que se acabe
esta triste situación?
Yo no lo sé, Dios lo sabe,
¡secreto por devoción!
De momento, estoy salvada
y esto es lo importante,
ahora soy descarriada,
que para mí, es bastante.

"Perfidia"

"Perfidia" fue una canción

que endulzó dos corazones,

con profunda devoción,

¡veraneo de sensaciones!

Fueron dos adolescentes,

que jamás habían amado,

con ideas competentes,

que se habían encontrado,

Como un juego de venturas,

idílicas, virtuales,

que acabó en desventuras,

por distancias casuales.

El tiempo fue el que acabó

con estos dulces amores,

aunque el amor perduró,

con el solo olor a flores.

Pero, "Perfidia" aún suena,

su música es permanente,

es como antes, de amena,

¡El amor, sigue latente!

Síes.

Me cuesta decir que no
y me excedo en los síes,
quizá me equivoco yo,
en eso "de no te fíes".
La verdad, el tiempo manda
y no quiero equivocarme
con esta gente que anda
intentando dominarme.
Aunque tengo mas vivencias,
me falta lo mas preciso:
la fortaleza en creencias,
y le hago caso omiso.
He de saber manejarme
y estar bien prevenida
y mucho mas preocuparme
por esta ingrata medida.
Los viejos, son elegidos
en las malas circunstancias
y henos de estar prevenidos
con fuertes  preponderancias.

Insensatez.

Salgo a la calle y vuelvo,
entre mascarilla y guantes,
con un sórdico lamento
y sudores relevantes.
Cansada, en grado sumo,
casi sin respiración,
faltándome el consumo
de una gran hidratación.
Todavía no es verano
y me siento mareada,
después, será mas insano,
mejor en casa, sentada.
Es un gran tejemaneje,
para llevar, a  mi edad,
que el cerebro me aconseje,
lo que he de hacer, en verdad.
Basta de creerse joven,
tengo que rememorar
que los años ya me absorben
y no puedo exagerar.

Suena a virus.

¡Qué lento pasan los días!
y cuando llega la noche,
has pasado por las vías,
sencillas, pero a tope
Todo con la frente abierta
a adelantar un poquito,
intentando estar contenta
hasta el final prescrito.
Ansío la tranquilidad
para no enfurecerme
y aborto la ansiedad,
para poder socorrerme.
Hallo el consuelo del alma
en el amor a los míos,
agradeciendo a la calma,
las sonrisas y albedríos.
Es como un rocío intangible,
que me ayuda a respirar,
a seguir por lo indecible,
que me impide meditar.

Intransigencia.

La suerte, dicen, no existe,
que la vida está marcada,
tan solo, por lo que hiciste
y así está diseñada.
La ciencia y la sapiencia,
dan el sí a la victoria,
para mí es intransigencia,
la suerte es otra historia.
Teniendo todos los datos
científicos a favor,
la suerte, tambbién, da pasos
a una vivencia mejor.
Hay personas, que teniendo
una buena inteligencia,
se enccuentran, siempre, sufriendo,
no sé por qué negligencia.
Y otras, necias de princípios,
la suerte las acompaña
y aparte de beneficios,
la felicidad las baña.

Sol y luna.

El cielo está lluvioso
y su agua es motivo
para que esté cienagoso,
como color objetivo.
Otras veces, nos sonríe
con su luz deslumbradora,
aunque de ella no se fíe,
porque sabe que es traidora.
Siempre sera cauteloso,
cuando llegue su momento
y entonces, quizá, gracioso,
a media luz y contento.
Se convertirá en sonrisas,
para agradar a la luna,
que mas que lenta, deprisa,
se  convertirá en su cuna.
Luna y sol, sol y luna,
se rodean de una verdad,
etérea como ninguna,
que aportan felicidad.

Dos virus.

Agradezco, venturosa,
por estar como estoy,
puedo creerme onerosa
por ser la que ahora soy:
Una persona madura,
con muchos años de vida,
marcada por su andadura,
enormemente vencida.
Por pelear en la lucha
de lo que se le presente,
en este caso, ya ducha,
con esta vivencia ardiente.
Sigo viviendo a una edad,
que es un logro manifiesto,
por pura casualidad,
por lo que feliz me siento
Será la segunda vez
que me ha llamado la muerte
y las desoí, a través
de un espíritu valiente.
En los cuarenta, el
exantemático, fuerte,
en los veinte, el corona virus,
no digáis que esto no es suerte.
Un honor extraordinario,
multiplicado por dos
y un favor ordinario,
por seguir viviendo, en pos.

Egocentrista.

Si tú vienes, yo me voy
porque me produces daño,
pués sabiendo como soy,
mejor sola, que me apaño.
Tus gustos no son los míos,
los contrarios, realmente,
siempre estás metida en líos,
apartada de la gente.
Que ellas no te soportan
por ser egocentrista
y, la verdad, te descartan,
te quieren lejos de vista.
Desquicias al mas pintado,
con tus prguntas burlonas,
hablas harto escalonado,
con tus risas machaconas.
No creais que me excedo,
hago honor a la verdad,
su figura me dá miedo,
es la pura realidad,

Atención.

No me defiendo a solas
y eso es lo que mas me duele,
me muevo como las olas
para que así me consuele.
Todo lo relacionado
con el mar, con su lenguaje,
será siempre de mi agrado,
incluyendo su oleaje.
El mar, ha ido a lograr
su recuerdo en mi mente,
que se pudiera quedar,
por favor, constantemente,
porque fue mi Dios, mi rey,
el lazo mas importante
de la vida, de la ley.
El que rebasa un amor,
en todas las direcciones,
y el recuerdo de una flor,
roa sus lindos olores.

Colofón..

Hoy, quizás, pudiera dar
algo de lo que ayer negué
y me podría disculpar
de mi criterio de ayer.
De amores, un montón,
igual que de amistades,
en principio, un colofón
de buenas amenidades.
De vivencias infinitas,
que los años me las dieron
y de innumerables citas,
que todas me divirtieron.
Fueron tantos los ajustes
y tantas las decisiones,
amparados por embustes,
de difícil soluciones.
También tuve amarguras,
desajustes, desamores,
especialmente, muy duras,
que agravaron mis dolores.
Un colapso de alegrías,
de placeres, diversiones,
que me alegraron los días,
con viajes y atracciones.

Ignorancia.

Soy un poco pedigüeña
y también la receptora,
mas como soy halagüeña
lo dejo para otra hora
y, después, también lo niego,
porque ignoro si lo tengo
y lo dejo para luego
y  en los noes me mantengo.
Demasiado para mí,
porque de mucho carezco,
sin poder decir que sí
y me pregunto:¿qué ofrezco?
De matemáticas, nada
y de otras ciencias, tampoco,
¿de qué estoy engalanada?,
me parece que de poco.
Por consiguiente, prefiero
dejarlo para otro día,
a ver si entonces difiero
y encuentro si algo podría.

Ingratitud.

La ingratitud de la vida
tiene un algo sonriente:
el pensamiento, que olvida
y la esperanza, en la frente,
que debe ser positiva,
es el mejor de los medios,
quizá, la mas atractiva,
¿para qué ponernos serios,
para qué amargarse más,
si aún nos queda el alma
para encontrar, al compás,
la paciencia que nos calma?

A lo locoi...

El amor muere y revive,
pero, siempre,  es inmortal
nuestro cupo se percibe,
a raudales, o normal.
Se ama pasionalmente,
cuando Cupido arroja
esa flecha fluorescente,
como simple paradoja.
Hay amores y amoríos,
cada uno difrente,
los segundos, son vacíos
y los demás, prepotentes.
Algunos desesperantes,
que llegan a la locura
y pueden ser espectantes,
como Doña Juana augura,
con Don Felipe "El Hermoso",
por su enorme hermosura,
que llegó a ser monstrruoso,
llegando hasta la clausura.
No hay persona que no ame,
unos mucho y otros poco,
según sea: pierde o gane,
con el alma, o a lo loco...

Cobijo.

El que nos llame a la puerta,
ha de ser bien recibido,
ésto, que poco nos cuesta,
ha de ser agradecido.
Dar cobijo a la gente,
fue la ley mas acertada,
repudiarla  en el presente,
puede ser bien aceptada.
Todo cambia con los años,
incluso las circunstancias,
aún subiendo los peldaños
 bajarán las relevancias.
Antes, las `puertas abiertas,
hoy, cerradas con aldabas,
por eso, te desconciertas,
te ciega lo que antes dabas..
No hay comparación posible
entre el hoy y el ayer,
quizás, fuera discutible
la negación y el saber.

Mascarilla.

A mi edad, la mascarilla
es un ahogo constante,
me pareció mas sencilla,
pero molesta bastante.
Un desasosiego enorme,
preferiría no salir,
la verdad, no estoy conforme,
jamás pensé así vivir.
Esto es lo que faltaba
en la orden singular,
quizá, esto se guardaba
para mi broche final.
Inaudito me parce
que, todavía, sea yo
la que juega y obedece
al virus. ¡Valgame Dios!

Deslumbre.

Primero, el sol te deslumbra
y, poco a poco, te abraza,
es lo que él acostumbra,
cuando lo quieres, te mata.
Es un traidor halagüeño,
parecido a otros amores,
de idéntico diseño,
que abruma con sus albores.
Me he sentido irresponsable
y he caído con los dos,
un conjunto despreciable,
que se arrimaron, en pos.
Ya se tanto de la vida
que, alguna me sorprendió,
porque no fui prevenida
y el destino me engañó.

Incógnita.

La incógnita te impacienta
y te cuesta descubrirla,
si al final y con paciencia,
te complaces en abrirla,
será un punto a tu favor,
para sentirte valiente
y hallarás un resplandor,
hasta en el subconsciente.
La ayuda puede ser útil
para desenmarañarla,
aunque sea pobre y fútil,
sería dulce alcanzarla.
La diafanidad, dará
una gran inteligencia
aunque, a veces, no será
mas que extraña diligencia,
porque, al ser intangible
puede reducirse a nada,
altamente incomprensible,
porque surge enmascarada.
Muchas veces, se resuelve,
otras, quedará en tu mente,
es así como se envuelve,
a su modo, ciertamente.

Adelantar resultados.

Pienso, siempre, mucho antes
lo que pudiera pasar,
anticipos relevantes
que, luego, se han de aclarar.
Todo quiero adelantarlo
y las dudas me conmueven,
intento solucionarlo,
pero la datos son breves.
Doble requerimiento
para obligar a la mente
pensar sin consentimiento,
me marea doblemente.
Siempre, los anticipos.
dan mas penas que alegrías,
al final y al principio,
mezclados con tonterías.
Cuando llegue la verdad,
habrá que rectificar
y adaptar la claridad,
para, después, confinar.

Encrucijada.

Una asidua compañera,
buena, aparentemente,
descubro que no es sincera,
de mentiras permanente.
La daba por hacendosa,
Inteligente, correcta,
pero era otra cosa,
sumamente incorrecta.
Con sus palabras amables,
escondía la realidad,
sus halagos agradables,
eran pura falsedad.
Era la dueña y señora,
de mi salud, de mi vida
y, también, la anuladora
de mi yo, en forma indebida.
Y mentira me parece
que haya sabido lograr,
mi cariño, que decrece,
por su ruindad ocultar.
He estado confundida
mucho tiempo, sin dudar,
hasta que he sido advertida
y, de buen grado, cortar.
Mas temprano, o mas tarde,
aflora la realidad,
hasta que la duda arde
y se enciende la maldad.

Previa solución.

Ahora tengo permiso
para salir a la calle
me parece caso omiso,
mejor que me abstenga y calle.
No veo, todavía, acabado
el final de la epidemia,
está todo enmarañado,
No me quiero aventurar,
teniendo el máximo riesgo,
no se trata de jugar,
si me hondo o me mantengo.
Quiero mas seguridad,
hasta después me reservo,
debido a mi alta edad,
mi estatus lo conservo.

Mentirosos.

La sinceridad, es un don
que no existe en todo el mundo,
mentirosos, un montón,
en el sector iracundo.
Hay que tener cuidado,
si los vieras actuar,
es un poco complicado
poderlos desenredar.
Se muestran como señores
en la forma de actuar,
pero, en verdad, son actores
que te quieren enredar.
Háilos en cantidad,
aunque siempre disfrazados,
en aras de la verdad,
serán pocos los cuidados.
Ahora se dan a montones,
debido  la reclusión;
hay que tener muchos dones,
para evitar la ocasión.

Preparo mi salida.

El sol, reflejo de vida,
anima mi confianza
y una vez que estoy vestida,
empieza ya mi andanza.
A la terraza me voy,
a ver si cojo un buen tono,
tan pálida como estoy,
no se ve ni cuando asomo.
Me falta preparación,
un poquito mas de estilo,
y una buena decisión
para cambiar mi camino.
Procuro andar lo que puedo,
aunque con dificultad,
necesito mas esfuerzo
para mi seguridad.
Cuando ande por la calle,
me costará un poco más,
tengo miedo de que falle
y que abrume a los demás.
Tantas consideraciones
me parecen demasiado
y buscar tantas razones
sabiendo cual es mi estado.