Primero, el sol te deslumbra
y, poco a poco, te abraza,
es lo que él acostumbra,
cuando lo quieres, te mata.
Es un traidor halagüeño,
parecido a otros amores,
de idéntico diseño,
que abruma con sus albores.
Me he sentido irresponsable
y he caído con los dos,
un conjunto despreciable,
que se arrimaron, en pos.
Ya se tanto de la vida
que, alguna me sorprendió,
porque no fui prevenida
y el destino me engañó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario