Si el amor llama a tu puerta,
con la intención de entrar,
no la abras, está abierta,
para que pueda pasar.
Si, quizás, fuese el primero,
el platónico y mas puro,
abrázalo con esmero,
para tenerlo seguro.
El menos interesado,
aunque quiebra el sosiego,
de tu corazón, cerrado,
el que ennoblece tu ego.
No necesita un "te quiero"
y, ni siquiera, una mano,
para ver si es verdadero,
si es transparente, si es sano.
La verdad, es muy hermoso,
abrir nuestro corazón,
a un sentimiento armonioso,
dulce, pleno de pasión.
Sin mas que con la mirada,
ni sin palabras, siquiera,
`puedes sentirte admirada,
mejor que de otra manera.
Primer amor, descubierto,
que los años guardarán
y, aunque no llegue a buen puerto,
tus sueños destaparán.
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