Asumí mi compromiso,
con gusto, con armonía,
con carácter sumiso,
esperando sintonía.
Sin embargo, con excusas,
lo pactado no valió,
con sus palabras confusas,
no avaló lo que pactó.
Que vergüenza es tratar
con gente equivocada,
todo se reduce a hablar
y, al fina, nada de nada.
Tendré mas psicología
al dar un consentimiento,
buscar otra ideología
para labrar mi contento.
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