La latigas solo con tu mirada,
eres duro, ofensivo, implacable,
empezaste siendo adorable
con tu palabra dulce y estudiada.
Te expresas con soltura adecuada,
con un léxico libre e impecable,
por eso, se te encontraba amable
y así la hiciste tuya y entregada.
Tu entramado, solo, se revirtió,
con tus mentiras perdiste altura
y con el tiempo, tarde, se desccubrió.
Lástima que emplearas tu figura
como acicate mas, que empeoró,
para configurar su desventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario