viernes, 21 de junio de 2019

Enseñanza.

Conozco el plaer de amar,
porque en mí lo inculcaron
y no conocí el odiar,
porque no me lo enseñaron.
Vivi llena de bondades,
rodeada de ternura,
sin rencor ni vanidades,
con excelente mesura.
Tanto esmero conseguí
y enorme seguridad,
que tengo lo que viví:
comprensión y caridad.
De niña. fuí responsable,
quizás, porque allí lo viera
en mi casa, irremediable,
para que así lo viviera.
Después, en mi mocedad,
me sentí muy realizada,
por el cariño y virtud
con los que fui enseñada
Mi suerte la encontré
con mis padres, mis hermanos,
a los que tanto amé,
en esos tiempos arcanos.
Todos ellos, perecieron,
pero dejaron en mí
ese sabor que entendieron
sería el mejor, en sí.

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