Qué alegría despertar
y que la lluvia te moje,
un capricho al madrugar
que, por placer, no te encoje.
Todo a tu alrededor
depende de tu sentido,
que es tan solo el ganador
de la vida que persigo.
Eres tú quien te la labras
en el mundo que la da,
por consiguiente, tú grabas
lo que el tiempo te dará.
Conseguirás lo que quieres
si te esfuerzas en ganar,
no te inhibas en lo que vieres
para andar sin tropezar.
El esfuerzo es privilegio
de la vida que consigas,
según sea, será un obsequio,
que más tarde lo recibas.
Yo procuro ser ecuánime
en mi largo caminar,
no permitiré un desaire
que me impida avanzar.
La fuerza está en la mente,
fuere cual fuere tu edad,
cuídala constntemente,
que es la única verdad.
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