Te conocí en la etapa
mas difícil de mi vida,
en un discordante mapa
que me dejaba hundida.
Cundo tú apareciste,
encontré un agarradero
a mi subconsciente triste,
que remontaste de cero.
Poco a poco, me enseñaste
lo que yo aún no sabía:
recuperar ese trance
que mucho me debatía.
Con cariño y paciencia,
pusiste mi alma al revés,
recuperé la conciencia,
que se mantuvo después.
Ignoraba que en la tierra
podría encontrar un cielo,
que sin saberlo, se yerra
y que existe un consuelo.
Para mí, tú fuiste todo,
lo que no pudiera hallar
y unidos, codo con codo,
empezaba a respirar.
Supe, que, aparte del llanto,
había risas y colores,
un maravilloso encanto,
repleto de bellas flores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario