Estamos en el momento
de dirigir nuestro amor
a la Tierra, un cien por ciento,
para apreciar su valor.
No la amamos suficiente,
olvidamos su esplendor,
el mayor inconveniente
que nos llevará al dolor.
Síndrome de destrucción,
palabra muy subversiva
de enorme desolación,
la frase mas corrosiva.
Parece ser que la odiamos,
vértigo de insensatez,
cuando en realidad la amamos,
por nuestra propia doblez.
Cambiamos rápidamente
el sentido de ls vida,
deprisa, urgentemente
y así está tan perseguida.
Decantemos nuestro amor
hacia otro más intenso
y apreciemos el dolor
en todo el universo.
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