Caminos muy diferentes
se unen en la distancia,
puede ser por competentes
o extrema relevancia.
Como los míos y de Tino,
un caballero arrogante
que se introdujo en mi sino,
simplemente, por galante.
Joven, de aspecto agradable,
de la edad de mis nietos,
pero que fue tan amable
que alegró simples momentos.
Difícilmente, se encuentran
personas de este calibre
que a los mayores respetan
por su talante sensible.
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