Cuando algo nubla mi vida,
que suele ser a diario,
por fortuna, enseguida,
lo considero precario.
Lo nublan, ciertos percances
que me hacen fracasar
entorpecen mis avances
por no poder disfrutar.
Pienso en diversos motivos
para paliar mi rutina
y buscando incentivos
mi pensamiento termina.
Surgen los inconvenientes,
que son muchos en acción,
mirados correctamente,
no me dejan ni una opción.
Para estar peor que estoy
no me conviene cambiar,
así que mejor no voy
y me quedo en mi hogar.
Aquí tengo lo preciso
y no me falta de nada,
pisaré en donde piso,
porque estaré mas holgada.
Viajar, me reportaría
molestias imperdonables,
que, queriendo, no podría,
por tanto, inaceptables,sar
La templanza es lo mío
y no la podría encontrar,
simplemente, no me fío;
lo mejor es descansar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario