martes, 11 de febrero de 2020

Grato recuerdo.

Viví tiempo junto al mar.
fué mi época dorada,
pocos pasos al andar
y a la playa enamorada.
Fueron días maravillosos
que me enseñaron a amarlo,
para siempre, armoniosos,
sobre todo, a contemplarlo.
Con su dulzor, con su furia
y su enorme magnitud,
de un coloso con lujuria
para ensalzar su virtud.
Viví solo para él,
su olor me magnificaba,
de las olas, su vaivén,
 también me reconfortaban.
Su susurro, era un poema,
una hermosa melodía,
una fábula, un dilema,
que disfruté día, día.
Cada vez, lo contemplaba
absorta, embaucada,
nada mas me animaba
que el olor que emanaba.
Disfruté de sus colores,
de sus olas, de su viento,
lo amé mas que a otros amores,
que a su grato movimiento.
Por cuestiones de la vida,
me aparté de su lado
y así vivo: compungida,
aunque siempre, recordado.
Una alucinación
que ha alargado mi edad,
y una rememoración
apoyada en la verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario