Mis continuas sensaciones
de cariño a mis bisnietos,
son frecuentes atenciones
de empeños predispuestos.
No ceso de agrandar
motivos de confluencia,
dispuestos a compensar
esos otros de presencia;
que si ríen, que si lloran
o cumplen ya sus añitos,
enseguida me ocasionan
un sinfín de requisitos.
Lejos de ellos, yo vibro
por una cosa o por otra
y continuamente sirvo
por algo que les conforta.
El bienestar hacia ellos,
me recompensa la ausencia,
porque son guapos, son bellos
y enarbolan mi conciencia.
Seis ya, no parecen tantos,
cada cual con su talante,
para predecir de cuantos
lo veré más adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario