lunes, 17 de agosto de 2020

Golpe.

Me siento enajenada,
como si ya fuera otra
(digamos descongelada)
para luchar, hoy, en contra,
de esa lucha encadenada
entre la vida y la muerte,
que la primera ha triunfado,
liberando la corriente.
Soy yo, de nuevo, parece,
de espíritu valiente
y en caminar que decrece,
con el mismo subconsciente.
Me hundí y ya resucito.
para feliz gloria mía,
con un valor inaudito,
mas amplio del que debía.
Me encanta reconocer
que soy fuerte como un roble,
he sabido renacer
de un impresionante golpe.

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