El pastor belga, que tengo,
es el perro más hermoso.
Con él, mucho me entretengo,
yo, lo encuentro hasta jocoso.
Me acaricia me obedece,
es tan dulce, como un niño,
su pedigrí, lo ennoblece.
Es digno de mi cariño.
Como el azabache, negro,
de pelo liso, brillante,
en sus juegos, yo me integro.
Su buen hacer, es constante.
Mentira me parecía,
que lo iba a querer tanto,
que fuera mas que mi guía.
¡Mi perro.... es un encanto!
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