Tormenta.

Hoy, el cielo se ha nublado,
preludio de tempestad.
Su gris, se ha multiplicado,
aumenta la oscuridad.
El relámpago y el trueno,
harán su aparición,
con notable desenfreno,
de lluvia, por prescripción.
A mi mente, enturbiarán,
con su estruendo, manifiesto,
que, a mi cuerpo, enervarán,
por su estridor, tan molesto.
Lo que no sea claridad,
me impresiona y entristece.
Es una eventualidad,
que me excita y estremece.
Fenómenos naturales,
dignos de contemplación,
por sus brillos estelares,
bellos, en su radiación.

Arritmia.

Mi corazón ya cansado,
late arrítmicamente.
Me preocupa, enormemente,
debe de estar agotado.
Sus, persistentes latidos,
me enervan, sin previsión,
a ritmo desprotegido,
sin pausa, sin compasión.
¿Qué quieres, corazón mío?
No consigo dominarte.
De tu latir,  no me fío,
solo espero, acompasarte.
No quiero vivir, en vilo,
como estoy viviendo, ahora.
Casi, casi, estoy al filo,
de que me alumbre otra aurora.

Armonía.

Si analizo tu rostro, tu figura,
con aspecto de armoniosa belleza
y tu halo, espejo de nobleza,
todo mi corazón, tu dicha augura.

Tu alma, de inconfundible altura,
con rasgos, exteriores, de grandeza
y signos prodigiosos de entereza,
culmina, con tu exquisita cultura.

Bendigo a nuestro Dios, del que heredaste,
enorme simpatía, arrolladora,
la que, con distinción, siempre, mostraste.

Sabes, muy bien, que soy admiradora,
del conjunto, entrañable, que lograste,
que, a todos tus amigos, enamora.

Estupidez.

Siento, que la estupidez,
anexos está sumando,
con extrema rapidez,
en dónde, cómo y cuando.
Las buenas contestaciones,
suelen ser, muy limitadas,
no obstante, hay expresiones,
algunas, justificadas.
Modalidad, escasea,
meramente, respetable.
Es: "Tio", o tú, a quien sea,
eso sí, de forma amable.
El respeto, a los mayores,
es, de algunos, privativo.
Todos igual, no hay valores,
solo, el indicativo.

Solo uno.

Mi primer amor, ha sido,
el amor de mis amores,
el de infinitos rubores,
el único que he tenido.
Impulsivo, escondido,
como el olor de las flores,
el albor de los albores,
con besos, enriquecido.
Vivido con emoción,
humildemente, sereno,
con pasión, sin desenfreno,
dentro de una religión,
de, indiscutible, pureza
y enorme fidelidad,
sin morbo, en su identidad
y de intrínsica belleza.
Una simbiosis perfecta,
en cualquiera situación.
Unánime, en devoción,
que uno a otro, inyecta.

Mi timón, en vuestras manos.

¿Cómo podría vivir, si no tuviera
el timón de mi vida, en vuestras manos,
en corazones amorosos, sanos?
¿qué sería de mi, como anduviera?

Con vosotros, los tropiezos mundanos,
los convertís en compacta bandera,
que enarboláis, de buena manera,
para sentirnos juntos y ufanos.

Tanta dedicación, como costumbre,
hace mi vida fácil, halagüeña.
¡Es un logro de dicha y mansedumbre!

¿Como no voy a estar risueña,
si encendéis, en mi hogar, la lumbre
y me hacéis sentir como la dueña?

A mi amiga Mari Carmen.

Nos conocimos, un día,
sin previa presentación,
en una cafetería,
ubicada en la estación.
Sin esperarlo, supimos,
que estábamos esperando
el mismo tren, y partimos,
ilusionadas, hablando,
de infinidad de cuestiones,
acercando nuestras vidas,
en diversas opiniones,
por suerte, muy parecidas.
Nació, allí, nuestra amistad,
la misma que ha perdurado,
y es por la fraternidad,
que nos hemos profesado.
Muchos años transcurrieron,
desde que nos conocimos
y, mucho mas,  nos unieron,
de lo que, ambas, predijimos.
Si tu me buscas, me encuentras
y si yo te busco a ti,
en mis problemas te centras,
devuelves mas que te di.
Esa amistad, tan sincera,
que las dos nos profesamos,
esperamos, que Dios quiera,
que dure, mientras vivamos.

Forma de vida.

Estoy, siempre, contenta, positiva,
llena de luz, de ilusión, de alegría
y quisiera seguir por esta vía,
que refuerza mi estado, que lo activa.

Así, me doy cuenta que estoy viva,
en mi mundo interior, día tras día,
con un soplo de acción, como debía
y la mente dispuesta, receptiva.

Soy fiel a mis principios y al amor.
Me encanta que me quieran y querer.
Huyo de los tropiezos, del dolor.

Y, como siempre fui, quiero yo ser,
dando a mi corazón paz y valor,
para seguir gozando, en mi vejez.

Multitud.

Mas de dos, es multitud,
según mi modo de ver
y no lograré entender,
un orden, en su magnitud.
Será difícil, llegar,
a un, simple, entendimiento,
unánime pensamiento.
Antes, hay que dialogar.
Cada cual, se manifiesta,
solo, arbitrariamente,
en la amplitud de su mente,
para dar una respuesta.
Se exige unanimidad,
que es difícil conseguir,
hasta, al final, admitir,
su, propia, inseguridad.
Entre dos, no hay incertidumbre,
es mas fácil coincidir,
en el camino a seguir,
que entre tanta muchedumbre

Síntesis.

Me duele el inconformismo.
Es, como estar y no estar.
Es, empezar y acabar,
sin saber que eres el mismo.

Faltar a la realidad,
sin tener  conocimiento,
ni simple entendimiento.
¡Es, una infidelidad!

Resquemor.

El ayer, enlazado al presente,
condiciona a nuestro futuro,
sobre todo, si fue largo y duro,
e hizo mella en el subconsciente.

Sin querer, ahondará en la mente,
con un paso doliente y oscuro,
ocupando el lugar mas seguro,
para poder salir, continuamente.

Te martirizará, con su lamento,
y, su influjo, será tan prepotente,
que lo recordarás, cada momento.

Esa lacra, desgraciadamente,
que no se la levará el viento,
siempre, enturbiara tu frente.

Nacer.

Despertar a la vida, ¡es tan bonito,
después de tantos meses enclaustrado,
de todos los cordones, liberado,
en espera del momento prescrito!

Gozo, para los padres, infinito.
Llanto para el bebé, en su nievo estado.
Todo, en un arsenal, bien barajado,
envuelto, en un gran halo, bendito.

La brisa, lo acaricia, suavemente,
La luz, besa su rostro, enrojecido,
ante el murmullo, alegre, de la gente.

¿Que sino marcará, al recién nacido?
Todos hacen augurios, en la mente.
¡Tan solo Dios, lo guardará, escondido!

Huracán.

Aquella tarde, gris, de primavera,
en la hamaca tumbada, adormecida,
llena de soledad y aburrida,
apareciste tu, como cualquiera.

Me hablaste, sin saber quien yo era
y tu mirada seria, confundida,
me pareció altiva y engreída.
¡Ese fue el retrato que yo hiciera!

Tus palabras, sencillas y elegantes,
cambiaron mi opinión, en un momento,
por sus tonos concretos, relevantes.

Versátiles, como si fuera un cuento,
convirtieron un después, en un antes.
¡Como vinieron, se las llevó el viento!

Veraneo.

Mi hija, me ha programado,
un veraneo, en mi tierra,
en la playa y en la sierra,
que era mi sueño dorado.
A esa preciosa Granada,
ejemplo de gallardía,
de luz, arte, sintonia,
tan bella, tan añorada.
Ya, empieza a soliviantarme,
el recordar situaciones,
adelantar emociones
y, en un todo, a obsesionarme.
Tanto espero ese momento,
que desborda mi ilusión,
es, como una devoción,
a ese comportamiento.
El mejor de mis amores,
es mi familia, mis hijos,
que adornan mis entresijos,
en mi hogar y alrededores.
En este caso, es mi hija,
la que se lleva la palma,
la que ha alegrado mi alma,
sin que, yo... se lo corrija.

Sentimentalismo.

Me inhibe el sentimentalismo,
de forma arbitraria, o contundente.
No se por qué, me presiona la mente,
hacia cualquier, triste, realismo.

Siempre, me encuentro cerca del abismo.
Mi imaginación, es prepotente,
en cuanto a las desidias de la gente
y sufre, sin quererlo mi organismo.

No puedo contener mi sentimiento,
sufriendo por el mal de los demás,
con cierto desespero, sin aliento.

Me impresiona, cada día mas,
lo que ocurre, en cualquier momento.
Es na situación, "a todo gas"

Palabras malsonantes.

La verborrea, no acepto,
de palabras malsonantes,
cotidianas y constantes,
que se da, al mismo concepto.
Las formas, se deterioran,
aunque, aumente la cultura,
con, respetable, mesura.
¿Por qué, por qué, se aminoran?.
La técnica, ha progresado
y se cuida la enseñanza,
no obstante, hay añoranza,
al respeto del pasado.
Antes, era privilegio,
de la buena educación,
un toque de discreción,
que se daba en el colegio.
El desánimo, existe,
entre nuestra juventud,
en los temas, acritud,
que, imagino, en que consiste.
Las docencias, avanzadas,
las técnicas, magistrales,
aunque, no individuales,
están muy masificadas.
No debo marcar culpables,
porque, no creo que los haya,
simplemente, hay una "saya",
que envuelve a los "respetables".

A un ser, muy querido.

Llegaste, tan alto como quisiste.
Te encumbró el estudio y tu valía.
Aquello que soñaste, día tras día,
con tu gran entusiasmo, conseguiste.

De niño, maneras ofreciste
y tu mente, despierta, perseguía
lo que, en tu pensamiento persistía
Fue justo el resultado que tuviste.

Destacaste, entre todos los mejores.
Las internacionales, presidías,
con enorme eficacia, con honores.

Ya, en la cumbre, como te merecías,
 soy yo, la que glosa tus valores,
con el rostro, bañado de "alegrías"

Ayer y hoy.

El conocimiento, ahora,
de idéntica magnitud,
diferentemente, aflora,
en la nueva juventud.
Ya no existe la prestancia,
en la forma de actuar,
la prosapia, en el hablar
y, en su quehacer, elegancia.
¿Donde hay un caballero,
el que actúa respetuoso,
con la mujer, dadivoso,
tan gentil, noble y sincero?
Todo ha evolucionado:
las formas, son diferentes,
quizás, sean mas prepotentes.
¡Todo está... robotizado.
Los niños, van aprendiendo,
a pasos agigantados,
toda clase de enunciados,
de técnicas "in crescendo"
Si miro atrás, ¿que ha cambiado?
Las buenas formas de ayer,
pues, todo, me da a entender,
que, estas, se han modificado.

Amores.

Hoy, la vida me colma de favores,
todos, enalteciendo mi andadura,
con digna protección y con holgura.
¡Tengo en mi corazón, tantos amores!

El tiempo, recompensa sinsabores,
de triste realidad, de vida dura,
pero, mi porvenir, ahora, me augura,
retroceso a un mundo de valores.

De paz, de alegría, de ilusiones,
de ambiente sosegado, luminoso,
envuelta en un mar de bendiciones.

Disfrutando de días de reposo,
rodeada de buenas relaciones.
¡Ya me siento feliz, de amor, reboso!.