Si analizo tu rostro, tu figura,
con aspecto de armoniosa belleza
y tu halo, espejo de nobleza,
todo mi corazón, tu dicha augura.
Tu alma, de inconfundible altura,
con rasgos, exteriores, de grandeza
y signos prodigiosos de entereza,
culmina, con tu exquisita cultura.
Bendigo a nuestro Dios, del que heredaste,
enorme simpatía, arrolladora,
la que, con distinción, siempre, mostraste.
Sabes, muy bien, que soy admiradora,
del conjunto, entrañable, que lograste,
que, a todos tus amigos, enamora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario