martes, 5 de abril de 2016

Ayer y hoy.

El conocimiento, ahora,
de idéntica magnitud,
diferentemente, aflora,
en la nueva juventud.
Ya no existe la prestancia,
en la forma de actuar,
la prosapia, en el hablar
y, en su quehacer, elegancia.
¿Donde hay un caballero,
el que actúa respetuoso,
con la mujer, dadivoso,
tan gentil, noble y sincero?
Todo ha evolucionado:
las formas, son diferentes,
quizás, sean mas prepotentes.
¡Todo está... robotizado.
Los niños, van aprendiendo,
a pasos agigantados,
toda clase de enunciados,
de técnicas "in crescendo"
Si miro atrás, ¿que ha cambiado?
Las buenas formas de ayer,
pues, todo, me da a entender,
que, estas, se han modificado.


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