Nobleza.

La nobleza, se valora,
en términos diferentes,
pero, en verdad,¿Donde mora?
En seres, poco frecuentes.
Noble, es un bien nacido,
en cuna rica y  pomposa,
sin haberlo decidido,
será el lujo, quien lo acoja.
Tiene un rango, singular,
que, con el tiempo, heredó,
un título ancestral,
que indica de quien nació.
Y otro, es el escogido,
por su corazón de oro
y su temple, dirigido,
hacia el amor, ¡un tesoro!
Puede estar, conjuntamente.
entres estas dos variedades,
un ser que engloba, en su mente,
estas bellas facultades.
No es galardón de riqueza;
se puede ser pobre, o rico,
el que ejerce la nobleza.
A ambos, un diez les aplico.

Nobleza.

Nobleza.

Observaciones.

La vida, nos deroga situaciones,
faltas de comprensión, inesperadas,
que entorpecerán las ya pensadas,
y despertarán preocupaciones.

Siempre, existirán comparaciones,
faltas de realidad, desniveladas,
que acusarán a otras, ordenadas,
para justificar sus reacciones.

Es difícil, ordenar nuestra mente,
para  recordar lo ya ocurrido;
hay que luchar, desesperadamente.

Así, con nuestro buen sentido,
acudiremos, inteligentemente,
para restablecer lo incomprendido.

Hoy.

Hoy, es un día esplendoroso,
perfecto, alucinante;
su ambiente, es jocoso,
risueño y relevante.
Amo la naturaleza,
que, de verdad, se merece,
atención y entereza,
desde que el sol amanece.
Resplandeciente, ese cielo,
que ilumina mi semblante.
Me da alegría y consuelo,
para seguir adelante.
Todo lo que necesito:
empuje y vitalidad.
Ambos, son el requisito,
para hallar felicidad.

El espejo.

El tiempo, pasa volando,
y mentira me parece,
los años que van sumando,
que, sin querer, envejecen.
Y vas, paulatinamente,
perdiendo movilidades,
sin querer, el subconsciente,
decrecerá en facultades.
Poco a poco, tu talento,
sin, apenas, darte cuenta,
se lo va llevando el viento,
y, su empuje, desalienta.
Solamente, es el espejo,
el que, descaradamente,
suele darte su reflejo.
Es sincero y no te miente.

Navidad.

Nunca estuve tan contenta.
Hoy, el amor me rebosa.
Estoy pendiente y atenta,
a un solo color el rosa.
Mi ambiente, es placentero,
lleno de luz, de ilusión.
El alma, es lo primero,
me embarga la emoción.
Son mis nietos, y bisnietas,
símbolos de admiración,
a mi entender, completas,
iguales en distinción.
Quizás, sea exagerada,
pero no, soy bisabuela,
como todas, extremada
siendo de la vieja escuela.
Es un placer, infinito,
disfrutar de su belleza,
de su trato exquisito,
de sus risas, su nobleza.

.

Afrenta.

La afrenta,se manifiesta,
sin querer, en el semblante.
Es intrínsica esa gesta.
y,quizás, poco elegante.
Pero, el corazón se niega,
admitir explicaciones
y, la mente, se nos ciega;
te priman las emociones.
Hasta que llega el momento,
de lanzarse a meditar
y olvidar ese lamento,
para intentar perdonar.
La lucha, entre sentimientos ,
es nociva para el alma,
busca paz y entendimiento,
para enriquecer el alma.

Museo.

Me cargo de energías positivas,
tan solo, visitando un museo,
repleto de creaciones, de deseo
y artes de visión comparativas.

Me embelesan las tareas, exclusivas
de materiales nobles, según veo,
y orígenes, diversos, de recreo,
que mejoraron mis expectativas.

Se abriga la diversidad cultural,
pendiente a la horizontalidad,
en las obras, de estilo ancestral.

Que embrujaron su gracia natural,
de belleza, de luminosidad.
y que rigen la cultura oriental.

A mi familia.

Sé, muy bien, cuanto os quiero.
Estáis tan dentro de mí,
 que mi alma, quedó a cero.
¡Fue tanto lo que os dí!

Ictus.

Con el ictus, padecido,
perdí mi vocabulario,
y mi cerebro, inhibido,
lo considero precario.

No reacciona mi mente,
ante las  expectativas
y, de ello, soy consciente,
ya son menos reflexivas.

Me empeño en resucitar,
conocimientos pasados,
sin saberlos enjuiciar.
¡Son temas, ya, muy dañados!

No obstante, me siento activa,
pienso más, para rimar,
pero rimo y estoy viva,
con ansias de progresar.

Gran cambio.

Hace tiempo, que viví,
de fracaso, en fracaso,
hasta que, al final, salí,
del averno, del ocaso.
Fue tanta la diferencia,
entre el llanto y la risa,
que se alegró mi conciencia,
pausadamente, sin prisa.
Pasé de un infierno a un cielo.
¡Incansable melodía,
de placer y de consuelo!
Y mi vida revertía.
Fue un bálsamo singular,
que desterró mis heridas,
de forma espectacular,
y, ahora, estarán escondidas.
Soy feliz, con lo que tengo,
y aquel pasado olvidé.
Ni siquiera me detengo,
a averiguar el por qué.

Sé, tú.

No entendí tu posición,
en el modo de entender,
las causas y conclusión,
de estirar, o de ceder.
Las clausulas esenciales,
propuestas por tu rival;
para mi, son mas banales,
en el término legal.
 Se, mas fuerte, mas consciente,
en tu forma de actuar.
No seas tan condescendiente,
procura evidenciar.
La mentira y la verdad.
de la causa, en concreción,
que no haya rivalidad.
Usa tu educación
Sin embargo, se concisa,
en mostrar tu decisión,
de perdón, como premisa,
sin entrar en discusión.
En este caso, es mejor
no adoptar decisiones,
ni sentirte superior.
Se cauta en conversaciones.
Se impone la diplomacia,
de dialogar, en cuestión,
pródiga, sin redundancia,
pero firme, en conclusión.

Artesanía.

Nos conocimos, mirando,
una hermosa  colección,
que estábamos contemplando,
de regia presentación,
de zulejos provenzales,
típicos de artesanía,
con estampados florales,
que aquí se desconocía.
Discutimos su montaje
y su trabajo ejemplar,
por su perfecto engranaje,
cuando empezamos a hablar.
Expusimos los criterios,
en el arte, en la pintura,
de otras razas, e imperios,
de diferente cultura,
Casi, en todo coincidimos,
iniciando una amistad,
que, con agrado, seguimos.
¡Mutua sensibilidad!

Encuentro.

Te vi, cuando paseabas,
del brazo de otra mujer,
mimándola, la mirabas.
¡No había otra cosa que ver!
Orillaste mi presencia,
a posta, seguramente,
quizás, fue por displicencia,
o se te nubló la mente.
Yo, te hubiera saludado,
de la forma más corriente,
sin celos y sin enfado,
natural y brevemente.
Para mi, eres un cualquiera,
uno mas entre la gente.
Te miro, como debiera,
pues, no estás en mi presente.
Y, mentira, me parece,
que, el tiempo, ya te borró.
Todo empieza y fenece
y este cuento,..  se acabó.

Abuñol. (Granada).

En un pueblo alpujarreño,
como un rincón navideño,
despertaba a la vida,
al que estoy muy unida.
Viví dichosa, unos años,
cubierta por buenos paños,
envuelta en luces y flores
y rodeada de amores.
Para mí, fue un edén,
subida en el mejor tren,
respirando puro ambiente,
de antaño, el mejor presente.
Mi niñez, la mas preciada,
de amor, solo, enmarañada,
sin tropiezos, ni maldad,
donde aprendí la bondad.
Ingenua, llena de amor,
no existía otro color
Me sentía bendecida,
como la luz de la vida.

En mi ventana.

¡Si supieras, cuantas veces,
por mi ventana, observé,
los besos que repartías,
enamorado, con creces,
que con envidia, grabé..!
Tuve deseos de volar.
despacio, muy quedamente,
hasta sentirme en tus brazos,
para tus besos libar
y entregarme dulcemente.
Necesito compañía,
que me quiera y querer,
con cariño tierno y puro
y protección a porfía,
para poder responder,
con el cariño infinito,
que anida en mi corazón,
oculto temporalmente,
tan sublime y tan bonito,
que enloquece mi razón.

Soneto al amor.

Si, en mis ojos, supieras leer,
descubrirías mi pensamiento,
incluso, el olor de mi aliento,
cuando puedo tus sueños prever

Me estremezco queriendo saber,
cuanto amor te envié, con el viento,
mas, mi alma me dice y presiento,
que fue todo lo que hubo en mi haber.

Con dulzura, sonríe mi semblante,
contemplando tu rostro en mi mente,
como soplo, fugaz, relevante.

Que culmina en mi ser, dulcemente,
plañidero, uniforme, constante,
que permanecerá constantemente.

Agradecimiento.

Estoy muy agradecida,
enormemente, a la vida,
la que tanto me ha dado,
y, otro tanto, ha reservado,
para el día de mañana,
ya que, hoy, " estoy lozana"
y llena de objetivos,
altamente, positivos.
Me llueven las ilusiones,
sobre todo, predicciones,
de paz y tranquilidad,
necesarias a mi edad.
Me siento reveladora,
de lo que disfruto ahora,
de la amistad y del amor,
que hallo a mi alrededor,
y que doy, a manos llenas,
para esquivar las penas,
que huyen de mi regazo,
y, abiertamente, rechazo.
Espero Las Navidades,
libres se enfermedades,
para sentirme mejor,
y prodigar mucho amor.

A mi... niña.

Eres, para mi, un tesoro,
a la que quiero y adoro,
sin cesar.
Con una bella estructura,
de ilusión y de ternura,
para amar.
Tan bella, como una rosa,
diligente y  vaporosa,
al andar.
Que transmite simpatía,
ingenuidad y alegría,
al respirar.
Dulce y espiritual,
como un halo celestial,
al volar.
Con gracejo, femenino,
increible, genuino,
al hablar.
Te envidian hasta las flores,
por tus radiante olores,
al regar.
Aún, me faltan sutilezas,
para alabar tus destrezas,
y avalar.
Solo se, que eres un cielo,
mi cariño y mi consuelo,
a la par.

Adiós.

Cuando te diga adiós,
no te enfades, se valiente,
tu y yo, iremos en pos,
de otro amor, mas consecuente.
Mas informal, mas entero,
digamos, menos decente,
mas sustancial, mas sincero
y, también, mas transparente.
Fue débil,  nuestra pasión,
nuestro mutuo entendimiento,
y casi una devoción,
en cada y cualquier momento.
Tan puros quisimos ser,
que respetamos al cielo
y a la luna, a mi entender.
Eran visiones de celo.
Incluso, las ilusiones,
debían dividirse en una;
muchas eran perversiones,
Nos quedamos sin ninguna.
Las reglas, eran concisas,
ni mas, ni menos cabían,
solamente, las precisas,
entre todas las que habían.
Demasiado doctorado,
para cualquier ocasión;
casi todo, era pecado,
hasta nuestra diversión.
Soy pura, pero, no tonta,
amo el orden  y el amor,
no vale un tanto por ciento,
lo importante, es lo mejor.
Por consiguiente, cariño,
te amaré en la lejanía,
y a ese proceder me ciño:
¡Vuelve, sin tanta manía!