domingo, 11 de diciembre de 2016

Encuentro.

Te vi, cuando paseabas,
del brazo de otra mujer,
mimándola, la mirabas.
¡No había otra cosa que ver!
Orillaste mi presencia,
a posta, seguramente,
quizás, fue por displicencia,
o se te nubló la mente.
Yo, te hubiera saludado,
de la forma más corriente,
sin celos y sin enfado,
natural y brevemente.
Para mi, eres un cualquiera,
uno mas entre la gente.
Te miro, como debiera,
pues, no estás en mi presente.
Y, mentira, me parece,
que, el tiempo, ya te borró.
Todo empieza y fenece
y este cuento,..  se acabó.

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