sábado, 10 de diciembre de 2016

Abuñol. (Granada).

En un pueblo alpujarreño,
como un rincón navideño,
despertaba a la vida,
al que estoy muy unida.
Viví dichosa, unos años,
cubierta por buenos paños,
envuelta en luces y flores
y rodeada de amores.
Para mí, fue un edén,
subida en el mejor tren,
respirando puro ambiente,
de antaño, el mejor presente.
Mi niñez, la mas preciada,
de amor, solo, enmarañada,
sin tropiezos, ni maldad,
donde aprendí la bondad.
Ingenua, llena de amor,
no existía otro color
Me sentía bendecida,
como la luz de la vida.

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