Con el ictus, padecido,
perdí mi vocabulario,
y mi cerebro, inhibido,
lo considero precario.
No reacciona mi mente,
ante las expectativas
y, de ello, soy consciente,
ya son menos reflexivas.
Me empeño en resucitar,
conocimientos pasados,
sin saberlos enjuiciar.
¡Son temas, ya, muy dañados!
No obstante, me siento activa,
pienso más, para rimar,
pero rimo y estoy viva,
con ansias de progresar.
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