Se es feliz, al aceptar,
con buen carácter y amor,
lo que puede deparar
la vida, si hay dolor.
A veces, se nos presenta,
en situaciones complejas,
sin, apenas, darnos cuenta,
pero, que, al final, despejas.
Es muy fácil, detectar,
penurias, e inconvenientes,
y, ni siquiera aceptar,
los oprobios, demolientes.
La mente, es necesaria,
de normas, en positivo,
pero, también, arbitraria,
de carácter depresivo.
Mas, el amor a la vida,
hace de pesar, euforias,
por no verla deslucida,
transformándola en victorias..
Por consiguiente, es preciso,
para orillar pesadumbres,
tener fe y ser conciso,
al borrar malas costumbres.
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