Cuando te veo me ilumino
con tu porte y distinción
y en tu rostro adivino
tristeza y desolación.
Todo empieza y todo acaba
y aquello se terminó,
lo que te ilusionaba
el viento se lo llevó.
Anima tu desengaño,
porque tu eres superior
a ese trato, a ese engaño.
¡Te mereces lo mejor!
Volverás a sonreir
con otro idílico amor,
que te ofrecerá vivir
respirando un grato olor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario